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lunes, 4 de abril de 2011

Llego a una tienda de antigüedades, ya desesperado, no lo encuentro. Y el dependiente, un hombre canoso de unos 55 y un acento inglés que llevaba un traje muy formal me dijo, con una voz angelical:
-Perdona joven que desea.
Yo me acerque al mostrador atraído por la angelical voz y respondí:
-Querría un baúl, no haría falta que fuera muy grande, con que quepa mi pequeño corazón, no me hace falta mucho ya que no lo he alimentado demasiado solo le he dado de comer durante 14 años, su voz, su imagen, y algo de todo lo que le he pensado, me han faltado unas poquitas de mariposillas de esas que todo el mundo habla, no sé si existirán pero seguro que con ellas se hubiese empachado. Bueno sería que tuviera un toque antiguo para que parezca que hace mucho que lo guarde allí, pero tiene que quedar bien con la decoración zen-moderna, tiene que estar acolchado por dentro ya que mi corazón es frágil y se rompe con facilidad, prefiero que me dure aunque no me sirva para nada más que para amarle. ¿Crees que tendrás algo así?
-Creo que tengo uno en el trastero. Es de cuando a mi me diagnosticaron estar enamorado.
-¿A si tu también padeciste esto?
-Si fue hace muchos años, cuando aun no sabía qué era lo que pasaba cuando no expresaba mis sentimientos y me los guardaba para mi mismo haciendo así a mi corazón reprimirse.
-A pues... ¿cuál es su precio?
-Cuesta simplemente la promesa de que cuando lo acabes de usar se lo des a alguien que realmente lo necesite.
-¿Lo dice enserio?
-Claro joven, a mí me llego del mismo modo.
-Pues se lo agradezco mucho señor.
-Por ultimo me tienes que hacer un favor.
-Dígame.
-Pues es otra promesa que me debes de hacer.
-¿Que quiere que le prometa?
-Prométeme que cuando hallas guardado el corazón, que miraras todos tus recuerdos, cuando los veas dime si todos ellos han cambiado a mal o a bien.
-¿Eso tiene algún sentido? De todas formas se lo prometo.
-Con eso me vale. Adiós joven.

Me dirigí hacia la puerta
-Gracias por todo señor...
-Me puedes llamar Demian
-¿Demian? Como el anticristo ja ja ja.
Cuando me di la vuelta no estaba y junto al baúl una nota sobre el mostrador que, decía:
NO HACE FALTA QUE ME LO DIJAS SOLO ESCRIBELO Y MIRALO CUANDO VUELVAS A SENTIRTE ASÍ.
SIEMPRE TUYO DEMIAN

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